¡Si, soy mamá y qué!
Mi pequeña Juliana y yo |
Así es soy madre, mamá de una hermosa bebe de 6 meses llamada Juliana.
Muchos me preguntan ¿si soy feliz? ¿Si me canso? ¿Si puedo dormir?, otros me dicen que debe ser estresante un bebe, otros creen que definitivamente no hago nada y otros tantos hasta aseguran con firmeza como me siento frente a situaciones derivadas de la maternidad (ellos lo dicen, yo no, jajaja).
Por tal razón basándome en mi corta pero suculenta experiencia como madre puedo decirles que es lo mas maravilloso y a la vez estresante que me ha podido ocurrir.
¿Estresante porque? Bueno, para ser mamá primeriza, no saber como cambiar pañales, bañar a un bebe recién nacido y darle el pecho no es fácil y si le añades no saber que tiene cuando llora, despertarte muchas veces en la noche a darle de comer y cambiar tu rutina de vida para amoldarte a las necesidades del bebe, resulta prometedor.
Pero saben en realidad lo mas contradictorio de esto es que aun a pesar de todo lo dicho anteriormente, te emocionas con todo esto. A mi me emociona, me emociona y me enorgullece ser madre.
Ser dadora de vida es el don mas maravilloso que Dios pudo haberme dado y no solo a mi, estoy segura que otras madres también pensaran lo mismo.
Desde que comienzas a sentir a tu bebe se genera un cumulo de emociones, a veces ríes o lloras, sientes miedo y te agotas... pero nada se compara a la alegría que sientes al verlo por primera vez, no importa nada mas a tu alrededor, tu dolor pasa a un segundo plano y te enfocas solo en el.
Ni que decir de despertarte a su lado... Siii, practico el colecho con mi pequeña y me hace feliz hacerlo. No importa que por eso no pueda salir a bailar, al final que ni ganas me dan teniendo esa hermosura que me acompaña a descansar.
Venga con eso no quiere decir, que soy aguafiestas y que no saldré mas, no es así, solo que todo tiene su tiempo y ya habrá momento en que retome algunas cosas de mi vida social. Bueno dejando atrás el pequeño paréntesis (risas) de las salidas, retomo el texto y les repito me hace completamente feliz despertar al lado de mi princesa.
Sus sonrisas, sus gestos y hasta sus gritos dibujan en mi rostro una amplia sonrisa que se que me acompañara siempre hasta el fin de mis días, porque ser madre es ante todo amor incomparable y felicidad. Algún día le contare a mi hija que cuando llegaba y la veía todos los problemas que traía conmigo se iban, que mi corazón se desarmaba al escuchar sus carcajadas y que también se hacia añicos cuando la veía sufrir... Algún día le contare a mi hija que si pudiera volver al pasado tomaría nuevamente la decisión de tenerla porque es ella el ancla de mi vida.
Ya no navego sola, en este bote que es la vida, vamos juntas. La llevo prendida de la mano, pero sobre todo la llevo prendida en mi corazón y con firmeza pido al cielo que la rudeza del mar no me deje soltarla y poder acompañarla hasta que ella misma decida navegar por si sola y empezar un nuevo camino.
Madre para siempre,
Katherine Lopesierra Arteaga
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