Entre sueños y realidades
Alzo la vista y busco un lugar , dejo caer mi cuerpo en el puesto vacio y saco mi celular... tecleo varias veces y pienso en el sueño de ayer, siempre es tan real.
Lanzo un hondo suspiro y le escribo:
"Y vi tu sombra, tu perfil era iluminado por la luz de la luna que se mezclaba entre las cuatro paredes de la habitación...
Podía olerte, tu perfume de siempre inundaba mis sentidos y me dejaba extasiada...
Te llamé varias veces y no contestabas, tu sombra se había esfumado y el sueño había terminado"
Era totalmente falso, el sueño no había acabado...estábamos él y yo en la habitación, mientras el organizaba algunas cosas yo lo observaba, recorria su cuerpo, el se acercaba y me lanzaba la expresión de siempre: ¿que ves pervertida?
Me reia. No podia ser más sexy así, con esa sonrisa.
Estábamos él y yo, él conducía y yo le recitaba un poema de Benedetti:
"...porque tú siempre existes dondequiera
pero existes mejor donde te quiero
porque tu boca es sangre y tienes frío
tengo que amarte amor
tengo que amarte
aunque esta herida duela como dos
aunque te busque y no te encuentre
y aunque la noche pase y yo te tenga
y no"
El sonreía y me decía lo mucho que le encantaba, yo lo miraba fascinada, estaba enamorada.
Estábamos el y yo y la luz iluminaba poco a poco la habitación, mis ojos estaban pesados, escuchaba pasos, seguro era él, mis ojos se abren al instante y me planta un beso en la frente... se que debo irme pero mi corazón se resiste, es difícil estar tan lejos. Me levanto y lo abrazo, intentando detener el tiempo.
Estábamos el y yo en el sueño, tanto como lo hemos estado siempre, tanto como lo estamos ahora... rozando las palmas de las manos, mirándonos a los ojos y llenandonos de verdades y amores.
Que ingrato el tiempo que se esfuma cuando estoy a tu lado... ingrato este cuerpo que te añora a cántaros y sigo aquí pensando ¿cuanto pasará para volver a verte?
Y llegas, y nuevamente me acurrucas en tus brazos y me pregunto si en algún lugar del mundo puede haber tanta calma como a tu lado y suspiro porque te tengo y te miro y sonríes; lo sabes, me tienes.
Lanzo un hondo suspiro y le escribo:
"Y vi tu sombra, tu perfil era iluminado por la luz de la luna que se mezclaba entre las cuatro paredes de la habitación...
Podía olerte, tu perfume de siempre inundaba mis sentidos y me dejaba extasiada...
Te llamé varias veces y no contestabas, tu sombra se había esfumado y el sueño había terminado"
Era totalmente falso, el sueño no había acabado...estábamos él y yo en la habitación, mientras el organizaba algunas cosas yo lo observaba, recorria su cuerpo, el se acercaba y me lanzaba la expresión de siempre: ¿que ves pervertida?
Me reia. No podia ser más sexy así, con esa sonrisa.
Estábamos él y yo, él conducía y yo le recitaba un poema de Benedetti:
"...porque tú siempre existes dondequiera
pero existes mejor donde te quiero
porque tu boca es sangre y tienes frío
tengo que amarte amor
tengo que amarte
aunque esta herida duela como dos
aunque te busque y no te encuentre
y aunque la noche pase y yo te tenga
y no"
El sonreía y me decía lo mucho que le encantaba, yo lo miraba fascinada, estaba enamorada.
Estábamos el y yo y la luz iluminaba poco a poco la habitación, mis ojos estaban pesados, escuchaba pasos, seguro era él, mis ojos se abren al instante y me planta un beso en la frente... se que debo irme pero mi corazón se resiste, es difícil estar tan lejos. Me levanto y lo abrazo, intentando detener el tiempo.
Estábamos el y yo en el sueño, tanto como lo hemos estado siempre, tanto como lo estamos ahora... rozando las palmas de las manos, mirándonos a los ojos y llenandonos de verdades y amores.
Que ingrato el tiempo que se esfuma cuando estoy a tu lado... ingrato este cuerpo que te añora a cántaros y sigo aquí pensando ¿cuanto pasará para volver a verte?
Y llegas, y nuevamente me acurrucas en tus brazos y me pregunto si en algún lugar del mundo puede haber tanta calma como a tu lado y suspiro porque te tengo y te miro y sonríes; lo sabes, me tienes.
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